lunes, junio 26, 2006

LA OPTICA Y EL PENSAMIENTO DE UN MIEMBRO

Esta es una pregunta que hace un padre de un hijo que va por un club juvenil...

"Mi hijo va por una casa del Opus Dei a medios de formación. Estoy seguro de que, como me descuide, me lo van a robar. A mí no me importa que haga lo que Dios quiera de él, pero creo que, si se hace del Opus Dei, le voy a
perder de vista. Es como si me robasen a mi hijo. Estoy confundido. ¿Qué me dices a esto?"

y la respuesta que le da un miembro del opus dei...
"Es cierto lo que dices. Pero creo que lo mismo se podría decir sobre el matrimonio. Si tu hijo se casase, también te lo "robarían". En este caso el robo lo efectuaría una mujer, pero seguiría siendo un "robo", porque le verías menos: tendría que preocuparse de atenderla, de sus hijos, de la hipoteca, el pago del coche...De todas formas, en el Opus Dei, siempre he oído decir que el 4º mandamiento -el de honrar a los padres- es el "dulcísimo precepto". Porque es una gustosa y agradabilísima tarea la de cuidar y atender a los padres. Si tu hijo se hace del Opus Dei, le animarán a llamaros, a veros con frecuencia, a escribiros cuando se va de viaje... Todo esto te lo digo porque es lo que siempre he oído, vivido y enseñado a los demás, desde que soy del Opus Dei.También nos recordaba incansablemente San Josemaría, que debemos a nuestros padres el 90% de la vocación. Porque si no fuera por la educación cristiana y ejemplar que nos han dado, difícilmente habríamos podido estar en condiciones de recibir la llamada de Dios al Opus Dei. Por ello, todos tenemos una gran deuda de gratitud con nuestros padres. Hace unos años conocí a unos padres que tenían un hijo del Opus Dei, y le veían como la oveja negra de la familia. Este hijo respondía a todas las trabas que ponían a su vocación con oración y comprensión, como siempre recomendaba San Josemaría. Cuando eso ocurre, supongo que el Señor se quiere valer de ellos, para afianzar al hijo en su vocación, o para cualquier otro fin; ¡Dios sabe más!"
SIN PALABRAS....

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El papel de nuestros padres es tan sufrido desde que hacemos contacto con el opus, que si no fuera por su amor nos hubieran mandado quien sabe donde.

El opus fomenta descaradamente ocultarle a los padres: la supuesta vocación; el momento formal a partir del que uno pide la admisión; las normas y requisitos que hay que cumplir adentro; la verdad del porque uno no participa con el resto de la familia; el porque uno nunca regalará nada a nadie durante su pertenencia al opus y mucho más.

El "dulcísimo precepto", que bárbaros! Dulcísimo era a lo interno cuando se frotaban las manos y ponían cara burlona como la de J.T. para pedir donaciones en especie o mejor en moneda constante y sonante!

gusramca dijo...

Los niños de 14.5 años se pueden casar?

Es la unica forma en la que esa retorica opusina tiene sentido.

O es que las leyes civiles y canonicas prohiben tales practicas?

Gusramca

gusramca dijo...

Saben que me asusta?

La forma antojadiza en la que hablan de Dios. No como quien habla de un amigo, sino como quien habla de un instrumento de poder.

Eso me asusta. Dios no por su misericordia, como en las bienaventuransas, sino Dios por su poder como destruyendo cosas, como castigando, como obligando. Y según el profeta, El Señor estaba donde la brisa era suave, no donde el granizo y el terremoto.

Gusramca

gusramca dijo...

Y esto forma parte del abuso.

Aun siendo mayor de edad, y sean empaticos en esto, un joven catolico devoto esta expuesto al abuso del opus dei sobre su interpretacion de la voluntad divina, pues todo este proceso vocacional en la Obra es secreto.

No es como en los seminarios diocesanos, donde el postulante es llevado, de manera publica y notoria, por un camino que lo lleva a descubrir su vocacion.

En el opus dei eres precionado con la parabola del joven rico, eres presionado con el nombre del Señor para seguirles, sin que exista la menor misericordia.

Esto es brutal, es abuso de la posicion de oficialidad que les da ser parte de la Iglesia. Pues no toma en cuenta el daño que se puede hacer a aquellos que efectivamente jamas tuvieron vocacion.

Gusramca