martes, mayo 23, 2006

¡Qué peliculón! ¡Cómo me he reído!
No obstante, hay que ser objetivos y reconocer que la manera en que la película pintó al opus es bastante tergiversada. Yo no tengo nada que agradecerle a esa institución (que según afirma alguien que escribió por aquí "...es parte de la iglesia por mandato divino"... En fin… si él/ella lo dice....), pero tampoco puedo ser tan injusto como para no aclararle al público ajeno a esa institución, y que pueda leer este blog, que la forma como se pinta al opus en la película es -en muchos aspectos- muy alejada de la realidad. Y eso debe haberlo sabido Dan Brown mucho antes de haber escrito la novela, pues -conociendo la red de contactos que el opus maneja (quienes al igual que los primeros cristianos, “estamos en todos los medios”), no me extrañaría que la guerra contra la película haya sido gestado por el mismo opus –tal vez incluso desde antes de que Dan terminara de escribirla (y por supuesto... antes de ser enviada a la editorial... y seguidamente, a Hollywood). ¡Vaya batalla debe haber sido! Pero ya vimos que el ganador fue Sony Pictures, quien resultó ser más fuerte y poderoso que "Aringarosa"). Pero –humor aparte- es importante hacer aclaraciones, y al efecto, las hago:

1) Los miembros del opus no llevan hábitos... (salvo "las maxis" de los curas, claro está);
2) Los miembros del opus no se flagelan con disciplinas gigantescas (ni salpican las paredes con sangre). Sí se utilizan cilicios, pero en versiones "light", parecidos al que llevaba Silas en la pierna, pero con pronunciaciones que no rompían ni hacían llagas. En eso admito que a Dan Brown se le fue la mano.
3) Dudo que el prelado tenga su "propio" jet privado. No sería "propio", pues lo “propio” de ellos es "pasar desapercibidos" (aunque es muy probable que a muchos de sus miembros no les importe tener su propio jet o yate, justificándose en que lo usan para hacer "apostolado"- Yeah right!).
4) Los miembros del opus no llevan signos externos que los identifiquen como tales (como el pin que llevaba Bezu-Fache en la solapa del traje) - Nuevamente repito, lo suyo es "pasar desapercibidos" (aunque confieso que el pincito estaba muy bonito. ¡Lástima que a mi no me dieron uno!). No obstante, son fácilmente identificables de otro modo… Generalmente visten modelitos años 70 u 80.
5) A diferencia de lo que pinta la película, la relación entre el opus y el Vaticano ha sido normalmente muy estrecha, pues tanto la doctrina de Escrivá como la de Roma, han ido muy de la mano (muy en particular desde los reinados de Woytywa y Ratzinger). Así que el complot que pinta la película entre Teabing y Aringarosa, para venderle al opus el secreto del priorato de Sión, y así adquirir poder suficiente para evitar que el Vaticano pudiese ponerles límites, no es real. Escrivá y sus dos sucesores fueron y son -aún con papas más de izquierda- fieles súbditos. Si bien, no se puede negar que su mejor estrategia haya sido siempre estar "infiltrados" en todos los ambientes, por lo que la diplomacia y las buenas relaciones con las altas esferas del clero, han sido siempre su modus operandi. Por ende, no es cierto ni real que entre el opus y el Vaticano existiesen "malas relaciones", y de haberlas, el opus jamás contrataría "asesinos", y mucho menos de entre sus mismas filas (digo, Silas).

En fin... es bueno aclarar las muchas visiones tergiversadas y equivocadas que la película brinda del opus. (Y ni qué hablar de las que da de la iglesia. Pero eso ya es otro tema).

No obstante, sería deshonesto de mi parte terminar este comentario sin antes aclarar que me divertí muchísimo viendo la película, y muy en particular pensando en los mil y un intentos que deben estar haciendo todos los "numeraritos, agregaditos y supernumeraritos", de evitar que sus amigos, compañeros de trabajo y familiares vean la película. No obstante, los cines están llenos (sólo en Cinépolis hay 9 salas proyectando la película), pues esto es una novela, una simple película, un best-seller que la gente quiere leer y ver, pura ficción, pero un best seller muy particular… pues logró convertirse en tal mucho gracias al trabajo del opus mismo quien ha colaborado a que tantas y tantas personas (incluso algunas que jamás van al cine ni irían a ver esta clase de películas), hoy estén pagando incluso hasta en las salas V.I.P.- para ver esta excelente producción de Hollywood que no requirió de tanta propaganda pagada, pues fue el mismo opus -quien con su morbo característico y su intención de evitar que se conociesen algunos de sus secretos (y así poder seguir “dentro del closet”) - quien se la brindó. ¡Touché!

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